martes, 8 de noviembre de 2011

La niebla



Anoche
- mientras dormíamos-
hubo una invasión de niebla
en el mundo.

Sucedió así:

Al principio fue una sutil tela de araña
-leve y alada como un velo-

Luego se posó sobre las cumbres de las montañas
y se fue enredando en las copas de los árboles
vistiendo de tul sus brazos desnudos.

Tristes ramas disfrazadas de novia
sin cortejo,
sin amante llorando
oculto detrás de una cortina.

Así sucedió:

Casi sin sentir.

Levitó sobre los tejados
y se asomó a las ventanas.

Estuvo mirando como dormías
deseando tu piel de cobre
y tus cabellos de fuego.

Helada detrás de los cristales
vino a tomarte
y a envolverte
con su blanco aliento
a acariciarte
con sus rosáceos dedos;
pero yo
estaba
allí
velando tu sueño
dentro de mi sueño.

Al amanecer se retiró
vencida.

Me asomé al balcón
y vi que el mar
se había convertido en un espejo.

Las noticias de la televisión
anunciaron que hoy no volarían aviones
desde esta ciudad
al resto del mundo.

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