El hombre avanza
como un John Wayne
vestido de hojalata
contoneando la cintura
graciosamente,
casi ingrávido.
No se sabe si feliz.
Millones de años
de soñadores,
de noctámbulos
y de insomnes
de poetas,
de borrachos
y de amantes
de licántropos
de vampiros
y de voyeurs
van a quedar
reducidos
a una trágica huella
estampada
sobre un triste suelo
de cenizas
No hay comentarios:
Publicar un comentario