Detrás de los pálidos
cuadros de luz
de las ventanas
alguien acerca una cuchara de sopa
al labio agrietado de una niña enferma;
alguien grita para nadie;
alguien borra la sombra de un perro
que dormía en el suelo
al pie de su dueño muerto;
alguien baila con la cabeza
entregada a otro hombro
y el pecho vacío de tambores.
Alguien sueña otra danza
en un lago con la luna
hundida en el alma del mar,
convertida en un amenazante
falo, en una espada de plata
en el tálamo de los amantes
Detrás de la luz fría y azul
de su ventana,
ella mira .
Lleva cien años mirando
esa sombra que toma el camino
contrario
que parece acercarse
y que siempre acaba pasando de largo.
El mundo es una mascarada
esta noche
Caminan todos hacia el abismo
del fin del cuadro
para dejar el sombrero
y tomar el último café
antes de asomarse al espejo
de su inexistencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario