miércoles, 28 de diciembre de 2011

Narciso




Limpia está el alma de la fuente
donde beso mi reflejo
y me amo sin rozarme.
Para no enturbiar la piel
tan clara
los ojos tan puros
los labios tan blandos.

El cielo sin mácula,
ni una nube,
ni un batido de alas.
¿No parece que fueran a aullar los lobos?

¿No parece que la muerte
vestida de negro tul
rondase estas aguas?

Así de bella me quieres,
así de bella te quiero.
Calla todo....
Le piedra
el mármol,
la lombriz
y el buho,
en el instante único
anterior al estruendo del trueno
y al arañazo de plata
que hundirá sus raices
en el lago
para abrirnos los ojos.

Narciso regresa a casa
bajo la lluvia
hundiendo el pie descalzo
en el barro de los charcos.M

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