miércoles, 4 de enero de 2012

Traición








Volaron los pájaros de la noche




rondaron el humo de las chimeneas


y se envolvieron en nubes de gasa

como fantasmas sin muerto a quien imitar.





Terribles aves de las tinieblas

empeñadas en tus ojos

Yo misma medí la profundidad del lacrimal


de-li-ca-da-men-te


para que no sospecharas


para que el temblor de los dedos no despertara

al insecto que duerme en el ámbar de tu pupila





Yo misma hice señas y me revolqué en negras plumas


Los vi venir a beberse el agua 

como si el dolor fuese un reclamo

Y no quise saber nada más de mí


Sabes.


Me quedé sentada sobre una piedra helada


y vi a todos los que se fugaron


para vivir eso que llamaban vida:


un puñado de lágrimas aquí


un grito de auxilio allá


Quién si no tus venas amarillas podían recoger


todas las escorrentías de la última tormenta


Lloramos toda la noche

para dar de beber a los pájaros

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