miércoles, 10 de agosto de 2011

El cuarto de las silas.








No hubo señales de humo, ni pequeñas notas en botellas a la deriva
Ni siquiera hubo unas palabras de disculpa.


Oid: Esto tiene que ser así, se viene conmigo.
Está escrito, está dispuesto, está sentenciado,
en un libro invisible,en los designios de un ser impávido
o de un devenir absurdo.
Os dejo su vacío en el sillón, su dedo marcado en el aparato
de cambiar el canal  con la hora exacta de su huella,
el sonido de la llave, en el silencio de la noche
y el salto en el corazón."ya está, es él"
Os dejo ese hueco de campana negra donde ya no resuena
ni  su vida ni la vuesta; 
y ese armario lleno de camisas que todavía huelen
a la última cerveza y al último Marlboro,
con todo su alcohol y toda su nicotina
y os dejo esa imagen suya mirando sin mirar
a través de las pupilas siempre risueñas.

Ni eso, así lo arrancó de noche, a oscuras,
amparada en las sombras y en el sueño
lo cogió solo y sin defensas y a nosotros, a todos
desprevenidos
sin poder tirar de la otra mano ni gritar noooo
no te lo llevas ,no y no. NO
Este lo vas a luchar,este es nuestro,lo queremos vieja bruja
del demonio, fea, peluda, parca de mierda,
no acerques a su carne tu guadaña.

Así se lo llevó vete tu a saber a donde, donde lo guarda
donde lo esconde, donde custodia ese tesoro
mientras nosotros ponemos flores a un trozo de mármol
y a un puñado de huesos.



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