jueves, 11 de agosto de 2011

Cuando ya no te ame



Todos estos sitios

después, cuando ya no te ame,

volverán a ser ciudades

con sus calles y sus plazas,

y sus mercados,

y sus bailes de semáforos

y sus maniquíes,

asomadas con indolencia

a la pálida luz de los escaparates


Y todos los trenes

serán solo esos reptiles de lata

en cuyo interior de acuario

se adivinarán rostros

mirando el vacío

o soñándolo

Y los aviones sobrevolarán

continentes

y escupirán de su vientre

viajeros exhaustos

y felices


Cuando ya no te ame

el mundo será , de nuevo,

esa esfera

lanzada al hastío de las estaciones,

el condenado dócil

que nunca experimentará

otro camino,

ni se rebelará

contra las sacras leyes

del peso de los cuerpos.


Yo misma,

cuando ya no te ame,

podré observarme

desde la estrella que yo elija,

y vista desde la lejanía de los astros

y las constelaciones,

tornaré a la nada.


Porque, al fin y al cabo,

hoy solo me siento

esa cosa que te ama.


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