miércoles, 31 de agosto de 2011

Eva



Dios, que sabe que no me caso con él
aunque venga armado de serpientes
me dejó en el buzón
un espejo
donde me ví bella
y una manzana que parece ser
contenía la sabiduria
en dosis moderadas.
Dios sabía que yo mordería
ese fruto
porque soy mujer
y la curiosidad es mi destino.
Cuando me supe bella
y me supe sabia
decidí castigarlo
por su insolencia de querer ser
cuando no era.
Y adquirí por mí misma
sin su ayuda
el don de la sintaxis
y con la sintaxis
destruí a dios
y me destrui a mi misma
Entonces resucité.

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