lunes, 29 de agosto de 2011

Irreverentemente

Yo a ese tipo no le gusto

No está entre sus preferencias

mi larga lengua

mi afición a los tacones de aguja

al rojo rabioso de labios

al olor de la tinta fresca

y a las pieles de Wanda.

Ha escrito en su libro de instrucciones

que la mujer que entrará en su paraíso

irá descalza y sin maquillar

desnuda de alma,

lista para ser tomada

sin mucha resistencia.

Las que se asoman

a la sintaxis como a un abismo

y se meten entre las sábanas

como el único edén

y en las garras de la noche

como en la redención

del tedio

de la insolente luz

que iguala las ciudades y los pasos,

no caben entre las mullidas ovejas

de su tierno rebaño.

Y como yo no le gusto

a ese degenerado

porque no me da la gana de decir be

cuando quiero recitar el abedecario entero

no me esfuerzo

y lo miro de tú a tú

y le pregunto

porqué demonios

debes ser tú Dios

más que yo

siendo menos.

Siendo nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario