si todavía tus manos pueden esculpir
aurigas de bronce y marmóreos efebos.
Por qúe el amor ha de ser ese castigo
que convierte el placer
en un ingrato recuerdo
Qué te impide amar hoy
y reir mañana,
feliz,
por todas las guirnaldas que dejó Eros sobre tu pelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario